martes, 31 de mayo de 2016

LA TÉRMICA (Lucía Olalla)

Hoy día poca gente se interesa por el patrimonio y los vestigios que nos quedan, pero es interesante conocer todo lo que hicieron nuestros antepasados y descubrir, a base de ver una chimenea vieja en la playa, toda una historia detrás de ella.

Indagando en la memoria de la familia he descubierto que el tío de mi padre, es decir mi tío abuelo, trabajo justamente donde se encuentra una de esas chimeneas, en la Central Térmica de la Misericordia.



 Él se llama Antonio Olalla Núñez. Tras estudiar lo que hoy en día es formación profesional en la rama metalurgia en la escuela Francisco Franco. Con tan solo 16 años, por suerte o por desgracia , entro a trabajar en la fabrica. A los 25 años se casó con Mari Carmen con la que tuvo dos hijos, mientras continuaba con su trabajo. Él se encargaba del control y el mantenimiento de la temperatura de las maquinas.



La fabrica se construyó entre 1957 y 1960, y es uno de los factores del desarrollo industrial en Málaga. Lamentablemente solo conservamos de la central la chimenea, aparte de su memoria en nuestros antiguos trabajadores.

La vida de mi abuelo (Trabajo realizado por María Victoria Taboada Luque)

Mi abuelo se llamaba Francisco. Es el padre de mi padre. Nació en Huelva, el 7 de junio de 1939 y es el mayor de cuatro hermanos.Con apenas dos o tres años su familia se traslada a vivir a Azuel, un pequeño pueblo de Córdoba al que es destinado su padre, Maestro de escuela.    
                                                
Vuelven a su pueblo natal y su padre muere muy joven, dejando viuda y cuatro hijos muy pequeños. Son años de postguerra en los que hay pobreza y necesidad, pero mi abuelo es buen estudiante y pasa los siguientes años de su infancia como cualquier otro niño de su edad.

Desde muy pequeño tiene la misma vocación que su padre, ser Maestro. A los 13 años, y junto a otros jóvenes de Azuel, se traslada a Granada para realizar sus estudios de Magisterio.                                                                                                                                     
 Acaba la carrera y vuelve a su pueblo donde, en el año 1964, se casa con Mari Carmen mi abuela y tuvieron a dos hijos. Realiza el servicio militar entre Córdoba y Sevilla. Ejerce su profesión de Maestro en Granada durante varios años, pero por motivos profesionales tiene que dejar su trabajo.


Empezó a trabajar en el campo y finalmente dedicó  toda su vida a la agricultura.



"CHOCOLATES AMENEDO SE REVUELVEN CON EL DEDO" (Trabajo realizado por Sabela Rodríguez Oliveira)

Para muchos, el patrimonio no tiene ningún valor pero, cuando se trata de tu familia y de tu pasado, el valor sentimental despierta tu curiosidad y te lleva muchos años atrás.

Corrían los años  1850 y mi bisabuelo Pablo Amenedo, por parte paterna, se ganaba la vida  trabajando para su padre que regentaba una fábrica de chocolate en Santiago de Compostela, Chocolates Amenedo.

Esta fábrica de chocolate fue fundada a mediados del siglo XIX, en Santiago de Compostela, donde se mantuvo con bastante prestigio hasta principios del siglo XX . Este prestigio se debe a que en dicha época la chocolatería proveedora oficial de la Casa Real en tiempos de la regente María Cristina  era, entre ellas,  Chocolates Amenedo.




                       
                         Repartidor de Chocolates Amenedo.



El nombre de la fábrica de chocolate se debe al apellido del fundador,mi tatarabuelo Felipe Amenedo, quien aportó a esta industria un slogan publicitario muy original: “Chocolates Amenedo se revuelven con el dedo”.

Años más tarde, esta fábrica cerró y toda la maquinaria que allí había fue donada al Museo do Pobo Galego de Santiago de Compostela, donde permanece en régimen de depósito.

En ocasiones no le damos ninguna importancia a todo aquello que debería estar protegido por ser un bien patrimonial, solo se la damos los familiarizados con este y es sorprendente que de una fábrica tan importante como la que Chocolates Amenedo fue en su momento, no haya ningún tipo de información o documento histórico registrado.

Mi abuelo Antonio, El Burra (Trabajo realizado por Eva Rojas Montes)


Voy a contar la historia de mi abuelo materno Antonio más conocido como El burra (conocido así ya que de niño robó una burra). A los 18 años empezó a  trabajar en una bodega de  vinos que se llamaba franco española y estaba situada por Capuchino.



Unos años más tardes, tuvo que emigrar a Alemania debido a la quiebra de la bodega y quedarse en paro. Allí estuvo trabajando en un bar y tambien ejerció como fontanero.
Al encontrarse mejor económicamente, decidió regresar a España donde al no encontrar trabajo ya que la bodega había cerrado, otro familiar tuvo que meterlo a trabajar en un campo de golf.
 Estuvo trabajando en el campo de golf hasta los 43 años, que fue cuando le entró una grave enfermedad y falleció. Mi familia recuerda a mi abuelo Antonio como una persona valiente y luchadora.

La Colema

Buenas tardes, mi nombre es Juan Lozano y voy a dedicar este post a mi abuelo y el que ha sido su trabajo en la antigua fábrica malagueña Cooperativa Central Lechera (COLEMA).




Esta fabrica fue creada en el año 1962 y que fue absorbida por PULEVA en el año 1990 .Se ubicaba en la entrada al polígono Guadalhorce junto a la centro comercial BAHAUS



 Se dedicaba a la producción y distribución de productos lácteos por toda la provincia de Málaga y fue la primera en fabricar leche embotellada con una garantía de sanidad ,  pureza y higiene para el consumidor.





Mi abuelo empezó a trabajar en aquella fabrica en el año 1964 ,empezó como mozo de almacén y luego con los años lo ascendieron a repartidor .Tenia un contrato indefinido con un sueldo suficiente para mantener a su familia , Seguridad Social y un mes de vacaciones pero sus condiciones de trabajo eran muy duras .Por ejemplo : su jornada laboral podría llegar a las 12 horas y solo tenia un día libre a la semana . Mi abuelo se jubiló en el año 1989 un año antes de que cerraran .

Mi abuelo me contaba que su vida en la COLEMA era dura pero al mismo feliz  porque allí conoció a muchos de sus amigos. Únicamente lamenta que en el lugar donde se situaba esa fábrica sólo queda una chimenea. 



Acobam

Hola,soy Thais y voy a habalr de la cooperativa Acobam: La coperativa Acobam fue creada por mi tìo,mi padre y mi madre.La finalidad es la unon de comerciantes ambulantes para recibir subenciones de impuestos y con la union de ellos tener mayor facilidad de compras.Creo que las cooperativas deberian de estar màs en nuestro pais y mejo subencionadas,ya que,la union de los gremios hace màs fàcil el trabajo.Podrìa considerarse a Aobam patrimonio de la familia,ya que,si a mi tìo,madre o padre le pasara algo,serìamos mi hermana y yo las que heredariamos la cooperativa.
 -Foto de la tarjeta de la cooperativa:

lunes, 30 de mayo de 2016

HISTORIAS PERDIDAS


HISTORIAS PERDIDAS



Buscando información sobre la historia de mi familia, he encontrado objetos y anécdotas de las que no tenía conocimiento, y de las cuales he llegado a sorprenderme.
De la familia de la que más encontré datos antiguos es de mis abuelos maternos. 

(Portada del libro " Una vida sencilla bajo la nube")

Mi abuela Gracia Elena, también vivía en Melilla desde niña, pero por motivos del trabajo de su padre, se trasladó a Motril, en donde vivió parte de su adolescencia. Pasado un tiempo regresó a Melilla, donde conoció a Pepito. Transcurrida la mayor parte de su vida, decidió escribir un libro ("Una vida sencilla bajo la nube") que abarca su vida desde su infancia hasta, tras la muerte de mi abuelo, su ingreso en el convento de San Bernardo en Granada.

 Mi abuelo, Pepito, pertenecía a una buena familia, que vivía en la ciudad de Melilla. Pertenecía al ejercito, y ejercía servicio en los ingenieros zapadores de Melilla. De su acto de servicio lo único que conservamos en la familia es su sable.

(Sable de mi abuelo)

Mi abuelo también era aficionado a la pintura, pasaba sus tiempos libres entre lienzos y pinturas, plasmando en ellos paisajes y retratos, desde mi punto de vista, muy bonitos.
Pensar que muchos objetos que se encuentran en mi casa tengan tras ellos una historia relacionada con mi familia me sorprende, nunca pensé que un simple objeto tuviese tanta importancia...
(Cuadro de mi abuelo)

La vida en una Central Nuclear


Mi abuelo paterno, Lorenzo, trabajó en la construcción de la Central Nuclear Ascó de Tarragona, España.

El funcionamiento actual de esta central es similar a como se genera electricidad, la única diferencia reside en como genera el calor.

La central comenzó con su construcción en  Octubre de 1985, situándola al margen derecho del río Ebro, alejándola de la ciudad por seguridad. posteriormente fue integrándose con el resto de construcciones de alrededor.

Mi abuelo fue destinado a la construcción de uno de los dos reactores, del II. Allí , como en el I reactor, la seguridad estaba muy presente, pasaban por un controlen la entrada y posteriormente dejaban sus pertenencias en un vestuario. Loas vigilantes rodeaban todo el perímetro de construcción para asegurar que no hubiera ningún percance, aunque en la construcción a veces ocurren  accidentes sin poder evitarlo. Al llegar la noche, ya que los caminos de vuelta a casa eran largos y pesados, tenían que pasar las noches allí. Dormían en barracones, todos apretados, lo que preferían ya que pasaban menos frió. La hora de despertar llegaba a las 5:00 a.m y todos se disponían a recibir el desayuno, un hombre encargado de repartir alimentos, y empezar la jornada de trabajo, que a veces se hacia dura y pesada y otras mas entretenido y ameno.

El recuerdo de aquella construcción lo llevo a aquellos momentos de risas con compañeros de trabajo, que mas que compañeros, algunos se convertían en familia, a esos días duros e interminables, y sobre todo a su juventud e historia, que recuerda con tanto entusiasmo y cariño.


Mi abuelo y la industria constructora en Málaga

Esther Martos Beaurain 

Todos nuestros abuelos, bisabuelos y tatarabuelos han contribuido a moldear el mundo y la sociedad en la que nos encontramos hoy, por lo que voy a hablar de mi caso particular.

Respecto a la historia de mis abuelos y su relación con la industria malagueña y el patrimonio, he de mencionar la colaboración de mi abuelo materno, Roger, en una empresa constructora muy conocida a día de hoy en el país, actualmente llamada Acciona. 
A continuación os explico el contexto por el que se dio esta situación.

Logotipo actual de la empresa


Él es de origen francés, pero por circunstancias personales acabó trasladándose a España; trabajó en diferentes provincias en talleres de chapa y pintura para automóviles durante un tiempo y tras un proceso de selección que organizó la empresa, entonces llamada Cubiertas y tejados, entró a trabajar en el sector de la construcción.




Logotipo antiguo de la empresa


Empezó siendo soldador, pero poco a poco a base de un exhaustivo esfuerzo, su saber hacer y muchas horas extra, fue ascendiendo puestos y durante muchos años hasta su jubilación fue encargado de obra.

A lo largo de este período mi abuelo participó en multitud de infraestructuras que llevó a cabo la empresa, destacando en la provincia de Málaga el antiguo edificio de Correos, el puerto de la Duquesa, la ampliación del aeropuerto, la autovía, el túnel de agua en Istán, etc.




Edificio de Correos



T2 del Aeropuerto de Málaga

En conclusión, toda la historia está relacionada con cada uno de nosotros, los jóvenes somos los que creamos el futuro, y nuestros abuelos y padres son los que lucharon por darnos este presente. Por esto debemos indagar en nuestro entorno, en nuestra familia, y conocer nuestro pasado, en el que siempre encontraremos como hemos podido ver en mi caso, alguna relación a la industria y el patrimonio si se trata de Málaga. 
De esta forma os invito a curiosear y a preguntar a vuestros más cercanos, descubriréis cosas increíbles.

Historias de nuestro pasado

Se podría decir que todos nuestros abuelos o abuelas, y  bisabuelos o bisabuelas desempeñaron una función en vida que,sin saberlo, constituiría aspectos  de nuestra ciudad o país actual. Sin duda todos nuestros antepasados han realizado trabajos que han influido en nuestra historia.

Pues bien, yo quiero compartir la historia de uno de mis bisabuelos, José Enamorado Sarriás.
Él nació y vivió en Villanueva del Trabuco, donde acabaría teniendo una calle en su honor por su apasionante labor.

Como la mayoría de los de su época, ejerció diferentes labores luchando para dar de comer a su esposa y a sus 5 hijos; de origen muy humilde, para él la familia siempre fue lo primero. Principalmente fue zapatero, y sus dos pasiones fueron la cacería y la música. Y éste último oficio es el que destaca de su vida.

En realidad no fue un oficio, sino más bien una pasión.


                                               Actual plaza de Villanueva del Trabuco


Él comenzó tocando el cornetín( instrumento curioso e inusual), sin ayuda de nadie, aprendió a tocarlo por él mismo. Sus conocimientos de música iban aumentando y ahí es cuando ejerció brevemente de profesor de música, dando clases en su pequeño pueblo, incluso enseñaba a sus hijos, incluido mi abuelo, que aún hoy recuerda vivamente "la pasión y el don que tenía su padre".

Aunque la música nunca fue una fuente de ingresos para él, era tanto su entusiasmo que llegó a formar una banda musical en el pueblo, la Banda de Villanueva del Trabuco, la primera formada allí.
Juntó a músicos de su mismo pueblo y de algún otro lugar, para recorrer, en la medida de lo posible, el camino de la música.

Y precisamente por ello, le dieron su nombre a una calle del pueblo, Calle José Enamorado Sarriás, que existe actualmente. Con ese acto su labor perdurará en Villanueva del Trabuco. Él llevó la música  por primera vez al pequeño pueblo, con mucha suerte, quizás más que muchos otros, porque pudo desarrollar su pasión, aunque nunca sin olvidar su prioridad, el amor y la familia, porque, además de un músico, José Enamorado Sarriás siempre será recordado por su familia, como un hombre bueno y humilde que siempre luchó por hacer felices a los suyos, y a él con ellos.
MEMORIA DEL TRABAJO DE MI ABUELO PEPE

Esta es la historia de mi abuelo materno José, a quien todo el mundo llamaba Pepe. A los 16 años empezó a trabajar en un taller de bicicletas, en la avenida de Velázquez. A sus 19 años, como tantas personas de su época tuvo que emigrar a Alemania, debido a la situación económica de España. Allí comenzó a trabajar en la construcción.

Entre algunos de los trabajos que desempeñó cabe destacar el de albañil, el de fontanero y el de electricista.Otros de los trabajos realizados por él en la construcción fue el de ferralla, se encargaba de poner las barras de acero ya elaboradas, para armar el hormigón de todas las partes de la construcción. 

Estando en Alemania lo formaron para montador de grúas y a su vez mecánico de esta misma. Así que cuando volvió a España ya traía un oficio. La causa de su vuelta a España fue porque tenía que realizar el Servicio Militar. Cuando finalizó el Servicio Militar comenzó a trabajar en Málaga de montador y mecánico gruista. 

De los edificios que mi abuelo Pepe ayudó a construir podemos destacar todos los edificios de la urbanización Miramar de Fuengirola, las torres de Torre del mar, el edificio del cine "Málaga cinema", el cual ya no existe, pues en la actualidad es un hotel, y muchos otros más.

Pero el más significativo fue la Casa Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo, en el barrio de la Trinidad. Hizo este edificio porque el jefe de mi abuelo Pepe era hermano mayor de la cofradía.
Fachada de la Casa Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo, Málaga


Al hacer el edificio del cine "Málaga cinema" tuvo un accidente y se cayó de la grúa. Afortunadamente, no tuvo secuelas graves. 


Finalmente dejó de trabajar con 65 años, cuando tenía que jubilarse. En mi opinión, tendría mucho valor para subirse a la grúa a tantos metros de distancia del suelo. Toda esta es la historia del trabajo de mi abuelo Pepe. 



MÁS DE UNA DÉCADA EN LA "SAN MIGUEL"


Esta es la historia de mi Abuelo materno Antonio y su consiguiente período laboral en una de las fábricas de cervezas más famosas de Málaga. Todo comenzó en un Pueblo de la "Axarquía"de Málaga llamado Alfarnatejo. Desde pequeño se dedicaba a trabajar con su padre en el campo. Con el paso de los años, formó una familia de esposa y 5 hijos. Vivía gracias a una Pensión que tenía por vivir en el pueblo, junto a la explotación de una carnicería familiar. Al poco tiempo abrió un Bar, el cual le era rentable. 

En el año 1964 se trasladó a Málaga-Capital junto con su familia a la calle Goya, en la barriada de "Huelin". Se dedicó a la construcción durante cinco años y en el año 1969 entró a trabajar en la Fábrica de Cervezas "SAN MIGUEL", a la edad de 49 años.

Su experiencia durante sus años de servicio a la famosa Fábrica, se me transmite como más de una década de estabilidad económica, familiar y social. 



  Dentro de la fábrica, él era el Encargado de la selección del embotellado deficiente, junto con otros operarios, así como en la realización de otras labores. Al no tener permiso de conducir, se trasladaba sobre las 6 de la mañana en un autobús de la conocida empresa "Portíllo", el cual tomaba en la Carretera de Cádiz y lo dejaba junto a las referidas instalaciones productivas cerveceras. 



  
Durante la época de la Feria de Málaga, era encomendado para el cuidado y mantenimiento de la Caseta que montaba la empresa con motivo de dicha Feria en el Centro de Málaga, dedicándose entre otras cosas, a la vigilancia nocturna de dicha Caseta. Todo esto le conllevaba un plus especial económico.



Tras 16 años de servicios, se jubiló a la edad reglamentaria de 65 años, tras casi más de una década al servicio de la referenciada empresa. A todo esto hay que añadir, que siempre estuvo muy contento con su labor profesional y nunca presentó queja alguna por su actividad.  

Gracias a estas experiencias, puedo comprobar que esta fábrica ha sido y es un símbolo de prosperidad, la cual ha ayudado a cientos de trabajadores en sus vidas personales, no solo económicamente, sino de una forma moral muy favorable. 

Una historia familiar para recordar

En esta historia os voy hablar sobre uno de los trabajadores de la ULA (Unión Lechera y Agrícola), Chile;  mi bisabuelo materno, Fernando López Rojas. Un hombre carismático, trabajador y bondadoso, quién tuve el honor de conocer con tan solo 2 años.

A sus 17 años empezó a trabajar en esta fábrica, debido a la crisis económica de la época;  en el cual el único propósito era  salir adelante con la familia. Su trabajo consistía en ponerle tapas de cartón a las conocidas botellas de vidrio, digo conocidas por que es uno de los únicos restos de la fábrica que hay o que da constancia de ello.

 
Botella de leche de la Fábrica Lechera (ULA)

En 1957 se casó a sus 25 años de edad con Graciela Allendes Pérez; mi bisabuela, una mujer amable,  cariñosa y excelente ama de casa. Un año después nació mi abuelo, Fernando López Allendes; quién siguió los pasos de su padre a los 19 años de edad en la fábrica, después de acabar sus estudios. Con los años fue subiendo de puesto, hasta llegar a sus 35 años a Jefe de Dirección de la sección de Elaboración de leche, quién se había ganado su puesto con esfuerzo y perseverancia.

Al cabo de los años en 1983 esta fábrica cerró por quiebra, y 14 años después esta empresa fue vendida a otra fábrica de productos lácteos llamada Soprole, cuya fábrica sigue vigente en Chile. Lamentablemente después de la compra, esta fabrica dejó de existir y no dejó huella de lo que fue el edificio, ni fotos, ni planos, nada…absolutamente nada, solo unas imágenes que son contadas con los dedos de las manos de unas botellas de leche o yogurt, que nos muestran que existió aquella fábrica.

Con este relato, me gustaría concienciar a aquellas personas que con simplemente contar un pedacito de lo que fue una vida trabajadora, como nuestros abuelos/as o bisabuelos/as;  hay otros muchos detrás a los que también hay que atribuirles el mérito, porque sin nuestros antepasados ya sean en la distancia o en la cercanía, no estaríamos aquí, ni tampoco se sabría de la evolución que han hecho hasta nuestros tiempos.


Espero que esto les rinda de homenaje a todos los trabajadores de la Fábrica de productos lácteos (ULA) que deben ser recordados como mi querido bisabuelo Fernando.

La historia de mi abuelo.

En este relato voy a hablar sobre la historia laboral de mi abuelo paterno llamado José, al que nunca pude conocer.

Mi abuelo nació en Granada y allí estuvo trabajando de albañil, pero por motivos de trabajo tuvo que venirse a vivir a Málaga y fue ahí cuando empezó a trabajar de barrendero sobre los años 70 aproximadamente.

Por lo que pude averiguar mi abuelo estuvo trabajando en el centro de Málaga, más concretamente en la Alameda. Por lo que se acuerda mi padre mi abuelo trabajaba para una empresa llamada FCC (Fomento de Construcciones y Contratas)

En esa época no es como ahora, antes trabajaban muchas horas y casi sin descanso, encima ese trabajo estaba muy mal visto a diferencia de ahora. Así que me imagino que me abuelo tuvo que aguantar a muchos sinvergüenzas.

El trabajo de antes como barrendero no es como ahora que hay muchas comodidades como por ejemplo ahora pasan camiones muy sofisticados y en 10 minutos ya tienen la calle limpia y los barrenderos de a pie llevan una escoba y un carro mas cómodo que los de antes, que el carro era muy pesado y la escoba de palma.

Por desgracia no se mas sobre el trabajo de mi abuelo, aunque he estado buscando mucha información parece que se olvidan de nuestros antepasados. A pesar de que ellos son muy importantes porque ellos crearon nuestra historia.


A continuación os dejare unas cuantas fotografías pero no son de mi abuelo, ya que no tengo ninguna de él trabajando. 



Charla de Encarna González


El pasado jueves, acudió al I.E.S. Mare Nostrum una de las extrabajadoras de Intelorce, industria textil más significativa de la Málaga industrial. Durante la charla narró cómo se desarrolló su experiencia laboral, así como la serie de luchas sindicales en las que se vio envuelta con el paso de los años, prestando especial atención al plano femenino de estas.

Encarna González es historia viva del patrimonio, no material, sino inmaterial, y por lo tanto, el poder ser testigos de disfrutar de su leyenda es algo apasionante.

Enlace al vídeo en YouTubehttps://www.youtube.com/watch?v=DtL2Ln2mitA

domingo, 29 de mayo de 2016

La Fragata ARA Libertad





En esta historia voy a hablar de alguien a quien no he tenido la posibilidad de conocerlo, una persona que allí en el anonimato vivió cosas increíbles, mi abuelo paterno, Rafael Ciro Martínez.

Tan solo a sus 14 años se unió a la marina tras tener la oportunidad de ver un día a los militares argentinos con sus trajes. Se burlaron de él cuando dijo que había decidido seguir la carrera militar de la marina. Su tutor legal al que le llamaba padrino y su tío lejano le decían que no sería  capaz ni siquiera de entrar. Un año después tras haberse alistado, con solo 15 años ganó la maratón de las Fuerzas armadas entre Argentina, Uruguay y Brasil. A sus 16 años consecutivamente fue el mejor galardonador de esas dos medallas reconociéndolo como el mejor atleta.
En la marina vivió muchas aventuras, tuvo la oportunidad de navegar en la Fragata Libertad de Argentina, que hoy en día es patrimonio argentino.

La Fragata ARA Libertad pertenece a la Flota de Mar de la Armada Argentina. Tiene como misión completar la formación profesional de los guardia-marinas de la Armada Argentina.
Mi abuelo estuvo en dos ocasiones en que la fragata dio la vuelta al mundo, una en el que él estaba soltero y otra en el que ya estaba casado con Justina Hidalgo, mi abuela. La primera vuelta al mundo de La Fragata Libertad fue realizada en 1965, la segunda vuelta al mundo fue en el año 1970, al estar casado mi abuelo ya no podía participar en este recorrido pero lo eligieron igual sin dar importancia a ese detalle.

En 1966 la Fragata ARA Libertad  obtuvo la Gran Medalla por el récord mundial de velocidad de grandes veleros en el cruce del Océano Atlántico Norte.  Hizo la travesía desde Cabo RACE, en Canadá, hasta la línea imaginaria Dublín-Liverpool, que totaliza 2.058,6 millas, en ocho días y 12 horas. La marca permanece imbatida. Según lo que me cuenta mi padre, mi abuelo también estuvo en este viaje y una de sus anécdotas fue que ganaron gracias a un ciclón que los sorprendió, se dieron a la vela con gran riesgo de romperlas pero eso les hizo avanzar mucho.


En una de las vueltas al mundo pasó por el puerto de Bélgica en el que pudo traer un recuerdo a casa, una foto, que aún mi familia conserva, el buque escuela belga Mercator.

   

 RECUERDO DE MI ABUELO                           IMAGEN ACTUAL



Tras participar en estos recorridos también estuvo en la casi guerra entre Argentina y Chile en el año 1978 y 1979 (el conflicto de Beagle). El conflicto se centró en la disputa por la posesión de las islas e islotes ubicados en el llamado martillo. Mi abuelo contaba que fueron a terminar la cartografía argentina,es decir, cada isla que veían la reconocían como territorio argentino poniéndole el nombre que ellos quisieran ya sea uno inventado o su propio nombre.

                RAFAEL MARTÍNEZ. MAYO DE 1978



Lo que he aprendido siempre con cada historia que me cuenta mi padre sobre mi abuelo Rafa es que aunque tu entorno o la gente diga que no puedes, que eso no te impida llegar lejos hasta alcanzar ese gran propósito que Dios tiene para tu vida.

La fábrica que fabricó una perla



Jamie Vardy es, sin duda alguna, uno de los futbolistas que mayor expectación ha creado durante esta pasada temporada en la Premier League. El delantero ha sido uno de los más importantes en la consecución del título doméstico inglés cosechado por el Leicester City. Sin embargo, detrás de todo ese éxito se encuentra una historia totalmente emocionante que pocos conocen.

La vida no siempre le regaló lo mejor a este enorme jugador. A los 16 años se vio obligado a abandonar su equipo, el Sheffield Wednesday, debido a la baja estatura que tenía. Más tarde, este episodio, sumado a la serie de conflictos que había vivido en su nuevo club, el Stockbridge Park Steels, derivó en un suceso para olvidar. Jamie se vio involucrado en una pelea de un 'pub', la cual daría lugar a que se le obligara a portar una tobillera eléctrica que velaba por su estancia en casa antes de las 18:30.

Nada le proporcionaba una recompensa merecida, pese a ser el único que acudía a los entrenamientos antes que nadie, y el que se volvía a casa cuando ni el entrenador continuaba en el césped recogiendo los balones. Vivía y sentía el fútbol, pero también debía ayudar a su familia.

Así pues, en ese período tan trágico de su vida media, fue contratado por una fábrica de férulas y demás prótesis para diferentes usos. En aquel lugar, su sueldo no llegaba a las 30 libras por semana, lo que equivaldría a unos 40 euros. Sus condiciones laborales, ya de por sí muy duras, eran compaginadas con los distintos partidos y entrenamientos del equipo, por lo que siempre debía alternar su trabajo con ello.


Y es que, Vardy ha sido uno de los pocos profesionales reconocidos que ha trabajado en una industria como tal y ha podido dar el salto cualitativo en su carrera. La disciplina que se le enseñó a tener en este lugar le valdría para tener siempre consigo los valores de un trabajo que lo llevaría a batir récords. Nadie apostó por él, sin embargo, conforme iba ganando en edad, su profesionalidad hacía lo propio.

En 2010 llegó al Halifax Town, y en 2011 pudo acceder a la plantilla del Fleetwood Town (quinta división), llegando a anotar hasta 31 tantos con ellos para certificar el ascenso a la League Two. Dicha consecución lo llevaría en 2012 a firmar con el Leicester City y a convertirse en el delantero más caro procedente de una división tan profunda en la historia. Su coste sería de un millón de libras, más que suficiente para contratar los servicios de tal estrella.

Finalmente, la leyenda terminó con un final feliz. Después de una vida de sacrificio y de rechazos, Claudio Ranieri decidió incluirlo en su once para los restos. La temporada 2015/2016 será recordada por ello. Un joven, conflictivo, destrozado moralmente, sin necesidad de nada más que de golpear una simple pelota de cuero, terminó siendo la alegría de una afición que, por primera vez, veía como su equipo levantaba una Premier League.

Solo el fútbol puede crear esas sensaciones, pero también se debe tener en cuenta que detrás de cada gran historia, hay un gran argumento, y, sobre todo, un sufrimiento ligado al trabajo de cada uno.

sábado, 28 de mayo de 2016

LA MEMORIA DE NUESTROS ABUELOS

MI ABUELO TOMÁS Y LA INDUSTRIA DEL VINO 


Hablando con mi familia he logrado descubrir que mis abuelos tuvieron la oportunidad de trabajar en unas profesiones hoy día desaparecidas, pero que en su momento fueron de vital importancia en la sociedad, además de tener una pequeña relación con ciertos sectores del patrimonio, que ahora este patrimonio se convierte en algo sentimental.

Así, tengo constancia de que mi abuelo paterno Tomás desde muy pequeño estuvo trabajando en las bodegas de González Byass C.I.A. , en la cuidad de Málaga. Su trabajo consistía en varias facetas desde la destilación de los alcoholes, su enbotellado, su etiquetado y posterior reparto. Antes todo este trabajo era de forma manual y artesanal, cada botella era tratada como si fuera una especie única.

El paso del tiempo fue industrializando este trabajo artesanal, convirtiéndo a las bodegas en una industria, la cual fue desplazada a la zona de Jerez, quedándose en Málaga solamente el almacenamiento y venta. Igualmente esta industria se encontró con una competencia muy fuerte que fueron las bodegas Larios, que se convirtieron en la principal destilería malagueña.

El abuelo Tomás viendo la precariedad en su trabajo y la fuerte competencia que había, decidió allá por los años 1945-1950 montar una tienda exclusivamente para ventas de vinos y licores, la montó en la Calle San Miguel de Torremolinos, teniendo una gran aceptación entre la población nativa y sobre todo la forania que por aquellos años ya empezaban a permancer largas temporadas en Torremolinos.

En dicha tienda, La Viña solamente se vendía licores, vinos, cherrys, licores artesanos, su venta era embotellada, no se servía ningún tipo de bebida, tan solo se vendía embotellada, y la mayoría de los clientes eran extranjeros que además de comprar la bebida, exigían una información sobtre la elaboración y denominación del producto. Muchos ingleses se llevaban botellas y botellas de Jerez para su país de origen. Igualmente se llevaban Whiskey, Coñac y Ginebras.

Esta pequeña tienda se convirtió en un referente comercial y cultural. Comercial porque era la única tienda especializada del momento y cultural porque empezaron a llegar personajes de la cultura anglosajona y alemana a comprar y a informarse de estos caldos. Familias como los Werner, Bolin, Heredia y personajes como Antonio Gades, Pepa Flores, Imperio Argentina, Marife De Triana hacían sus pedidos en esta pequeña tienda.

El paso del tiempo hizo que todos estos vinos y licores se pudieran adquirir en otros establecimientos sobre todo en las grandes superficies donde cohabitaban con aperitivos y otros alimentos, lo que supuso una fuerte competencia para la viña. Este negocio no quiso nunca poner en sus vitrinas ni aperitivos ni alimentos como si se tratara de un supermercado. Quería mantener su idea originaria, a lo sumo introdujo la Coca Cola y la Pepsicola.

La crisis de los años 70  y la fuerte competencia de estas grandes superficies abocó el cierre de esta tienda, hoy en su lugar hay una joyería. 

Para mi familia solo nos queda el  recuerdo de la memoria, fotos y su colección de botellitas en miniaturas que aún conservamos en casa de mis abuelo. Esta consta de unas 150 botellitas de los mejores vinos de la época.







domingo, 22 de mayo de 2016

Clermont-Ferrand y la restauración de trenes


Indagando en los aledaños de mi familia, conocí una de las historias más increíbles e inimaginables que marcan a una persona. El trabajo no siempre debe estar asociado al lugar en el que tú resides, incluso puede hacerte llegar a sitios en los que jamás creíste estar. Sin embargo, ante todo hay que sobrevivir, y si para ello hay que cambiar de país y de amistades, se debe terminar haciendo.

Es esta la historia que vivió mi abuelo Paco. Él tan solo tenía 8 años cuando su padre, cuya profesión era la de tarabartero, tuvo que emigrar a Francia por la escasez de trabajo. Allá por 1960, su padre, también llamado Paco, y residente en Tebas (Málaga), era un profundo conocedor de las monturas, ya que en su familia le había enseñado el oficio desde pequeño. Siempre mostró un carácter muy peculiar, siendo un hombre dedicado a su trabajo y muy centrado en que sus hijos se portasen de manera adecuada y que ninguno terminase en algún lío.

Desgraciadamente, la tremenda crisis de aquellos años tan complicados bañados en la dictadura española, lo obligaron a marcharse con hasta cinco hijos a sus espaldas, entre los que, claro está, se encontraba mi abuelo materno. Casi sin saber lo que allí iba a encontrarse, viajó hasta Clermont-Ferrand, uno de los lugares del país galo en el que la industria de los trenes tomaba fuerza poco a poco. Fue allí donde conseguiría colocarse en un oficio lo más semejante posible a su antigua profesión. Dado que siempre había restaurado y dejado en perfectas condiciones las monturas, ¿por qué no iba a hacer lo propio con los asientos de los trenes y ferrocarriles?

En efecto, Paco inició su andadura por la ciudad ejerciendo de reparador de tapicerías de trenes en 'La Condamine', una industria dedicada a la reparación de este tipo de vehículos. Muchos de ellos eran antiguos transportes de la Primera y Segunda Guerra Mundial que habían sido dañados, siendo todos ellos remendados y puestos en funcionamiento de nuevo.

La labor de tapicero no le resultó complicada, aunque debió aprender el idioma de forma veloz para desenvolverse con soltura. En aquella época, muchas familias habían decidido emigrar y buscarse la vida en otras partes de Europa como Alemania, sin embargo, el hecho de que en Francia la industria estuviese tan excesivamente desarrollada y extendida, además de con una economía mucho más estable que los derrotados durante la Segunda Gran Guerra, hizo que su opinión se centrase en ella.

Nunca decepcionó en sus labores, ni tuvo excesiva falta de ganancias. Mi abuelo y sus hermanos acudieron al colegio y al instituto en 'La France', y llegaron a aprender el idioma a la perfección. En aquel mismo lugar, mi abuelo descubrió su pasión por los vehículos y aprendió mecánica junto con grandes profesionales franceses que ostentaban una preparación superior a la española. A los 18 años de edad, volvió a España para pasar su vida con la que sería su mujer, Antonia, casualmente conocida de una amiga turista de mi abuelo en Francia. A raíz de esa relación, mi madre, Mónica, la primera hija que tuvieron, se casaría con mi padre, Javier, quien es actualmente compraventa de vehículos gracias a la influencia de mi abuelo.


Y es que, la vida suele dar demasiadas vueltas, pero ninguna en vano. A día de hoy, en Clermont-Ferrand tengo familiares que vienen a visitarnos a menudo; yo intento saber cada día más y más francés, y mi fallecido bisabuelo es una de las personas más respetadas de nuestro entorno. No solo por su valentía, sino por haber sido, desde primera hora, un señor optimista y trabajador.